Esta serie es el relato de una experiencia única y maravillosa. Durante treinta días tuve la oportunidad de compartir con mi hija Paulina y trece de sus compañeros y compañeras en el Instituto Andrea Jiménez. 
Los jóvenes con quienes compartí son inmensamente creativos, ingeniosos, valientes y están dispuestos a brindar sincero cariño y amistad; capacidades ausentes en muchas personas “promedio” que conozco.
Gracias a mi hija Paulina por darme las lecciones de coraje y tolerancia más importantes de mi vida.
Esta obra se inauguró en la Casa del Cuño en el mes de noviembre del 2010. Posteriormente se expuso en en el Ministerio de Trabajo, Tribunal Supremo de Elecciones y en la Galería de la Fundación G&T Continental en Ciudad de Guatemala entre otros espacios de exposición. 
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